"Alexia Maccon, recientemente convertida en Lady Woolsey, se despierta a media tarde y descubre que su marido, en lugar de dormir plácidamente como todo hombre-lobo que se precie, está inmerso en una discusión a pleno pulmón de la que, acto seguido, desaparece sin ni siquiera despedirse, dejando a la pobre Alexia sola con el regimiento de soldados sobrenaturales que acaba de acampar frente a su casa, una plétora de fantasmas y una más que airada reina Victoria.
Pero Alexia cuenta con un auténtico arsenal con el que defenderse: su fiel sombrilla, la moda más radiante llegada desde el otro lado del Canal de la Mancha y grandes dosis de la cortesía más afilada de todo el imperio."
Volvemos otra vez con el protectorado de la sombrilla con esta segunda parte.
El libro me ha enganchado igual que su predecesor. Los personajes secundarios son una delicia que enriquecen la obra en cada momento y los diálogos son divertidos e interesantes. Esta vez hay más dosis de intriga y de misterio que de acción en sí, pero a ello no le quita que nos enganche en igual medida que su predecesor.
Descubriremos un poco más acerca de los orígenes del marido de Alexia, y de sus inicios como hombre lobo, y seguiremos con nuestra protagonista igual de carismática que siempre. Al parecer, la boda le ha sentado igual de bien que el estar soltera, y su práctico sentido del humor estará presente en muchas ocasiones para deleite del lector.
Sin cambios es adictiva desde el primer momento, tanto por su contenido como por sus personajes, y si ya os habéis hecho con la más que recomendable primera parte, estaréis deseando haceros con la segunda y si la habéis devorado como yo, estaréis rezando para que la tercera no tarde en llegar.
El protectorado de la sombrilla ha pasado a ser una de mis sagas preferidas.
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