"Percy está confundido. Cuando se despertó tras un largo sueño, no sabía poco más que su nombre.
Hazel se supone que está muerta. Cuando estaba viva, no hizo mucho provecho de ello.i
Frank es un trope. Su abuela le dice que desciende de héroes antiguos y que puede ser lo que él quiera ser, pero él no lo sabe ver."
En esta segunda novela, empezamos en el otro campamento de los mestizos y... ¡vuelve Percy! El anterior libro me encantó, pero echaba de menos a nuestro protagonista por excelencia. Aunque aquí ha perdido sus memorias, su humor y carisma siguen intactos.
Una de las diferencias respecto al anterior libro, es la distribución de los capítulos. Aunque se sigue la misma pauta que el anterior, alternando entre nuestros tres protagonistas, esta vez cambiamos cada 4 capítulos y no cada 2, por lo que tenemos más tiempo para entender que pasa por la mente de dicho personaje.
Hay un par de cosas que no me han gustado, pero la principal ha sido la repetición de esquema. Así pues tenemos otra vez: nuevos protagonistas (exceptuando a Percy), campamento mestizo, misión. Por ello no ha obtenido una nota perfecta como su predecesor. Aun así, la introducción del campamento romano con sus nuevas normas y descripciones, ha sido muy interesante, como también ver las diferentes apariencias de los dioses griegos.
Otro punto positivo, es que al final de la historia se haya un glosario en el que podemos repasar los diferentes nombres romanos/griegos de los dioses y otras cosas. En el anterior volumen también aparecía esta parte.
Lo mejor de todo, sin duda el final, pues este nos dejará con los dientes largos al tener que esperar tanto para el tercer libro, el cual se ha titulado: The Mark of Athena.
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