"Segunda entrega de la serie Sookie Stackhouse. Título original: Living Dead in Dallas
Sookie Stackhouse está pasando una mala racha: su compañero de trabajo ha sido asesinado y ella es atacada por una criatura sobrenatural, pero afortunadamente los vampiros le salvan la vida. Cuando le piden que busque a uno de ellos que ha desaparecido en Dallas, Sookie no lo duda ni un momento. Eso sí, pone una condición: ningún humano debe ser dañado. Pero eso es muy difícil.
Esta serie, transgresora en su planteamiento, rompe con la imagen tradicional de los vampiros y ofrece una nueva y fresca visión de los mismos. Una casi imposible mezcla de vampiros, misterio, intriga y humor se convierta en una obra deliciosamente imprescindible."
Seguimos con la saga de Sookie Stackhouse.
Tras una mala racha llena de muertes que parecen perseguirla, Sookie es salvada de nuevo por los vampiros, aunque con una condición: viajará a Dallas para buscar un vampiro cuyo paradero es desconocido.
Lo que en principio tenía que ser algo sencillo, jugar a detectives e investigar, pronto se decubrirá como algo más maquiavelico y que pone en peligro la vida de los vampiros y, por lo tanto, la de Sookie.
Como ya comenté en mi anterior reseña, tras haber visto la serie, ya sabía varios acontecimientos que salían en el libro *en algo se han de parecer* aunque como con el primer libro, los cambios son tantos que, aunque alguna cosa se parezca, no hay mucha similitud entre la versión televisada y la de papel.
En esta ocasión, Sookie juega a los detectives *aunque siempre parece hacerlo*. Un vampiro ha desaparecido y su misión será encontrarlo. Lo que no esperará es, a parte de encontrar a otro telépata como ella, verse cara a cara con una extraña secta anti-vampira.
Los problemas parece que vayan a buscar a nuestra protagonista y lo que empezó como algo sencillo, terminará siendo más peliagudo de lo que podría imaginar *Sookie es un imán para el peligro XD*
La novela introduce ideas muy interesantes y nuevos personajes que darán bastante juego en la saga *aunque donde esté mi Eric...*
Es una muy buena segunda parte, y que dejará con un buen sabor de boca a sus lectores. Si el primero os gustó, este también lo hará.
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